Euglenidos
Los fila más importantes de flagelados son los dinoflagelados, los zoomastigotos y
los euglenoides.
El
grupo de los euglonozoa reúne a organismos flagelados, carentes de pared
celular y que en cambio presentan una membrana proteica que les permite mover e
inclusive deformar su organismo pero a su vez le otorga cierta protección
contra agentes extraños e infecciones. Sería parecido a la cota de malla de los caballeros de la edad media, que
era mucho más liviana que las armaduras y aunque su protección fuera menor
permitía libertad de movimientos. Todos los euglonozoa son organismos
microscópicos y unicelulares algunos pueden realizar fotosíntesis y otros no.
Una parte de ellos son de vida libre y los otros parásitos (Giordi, 2013).
Uno
de los grupos de Euglonozoa son los euglonoideos. Estos organismos poseen
clorofila a y b, las mismas que están presentes en las clorofitas. Se originan
a partir de una endosimbiosis secundaria en la que una clorofita unicelular es
captada y persiste en los euglenoideos únicamente como cloroplasto (Giordi,
2013).
Estructura básica de una euglena. |
Hábitat
Estos
organismos viven generalmente en ambientes muy turbios con exceso de materia
orgánica en descomposición, como en zonas de pantanos o ríos contaminados
(Giordi, 2013). Habitan principalmente en aguas dulces (Curtis et al., 2008).
Se
han encontrado en ambientes de alto grado de contaminación, inclusive se desarrollan en ambientes con metales pesados,
estos son almacenados en los granos de paramilon. De ese modo, las formas que aparecen en
lugares contaminados con metales pesados o mucha materia orgánica suelen ser
más ”gordas” que las que están en ambientes menos contaminados y aparentemente
también producen mayor cantidad de una enzima, la superóxido-dimutasa
mitocondrial destinada evitar el estrés oxidativo que se produciría en éste
tipo de ambientes. Así que además de los aspectos de interés para entender el
funcionamiento celular, los euglenoideos parecieran darnos elementos para
enseñar acerca de los efectos de la mala alimentación, el estrés y la
contaminación en los seres vivos en general (Giordi, 2013).
Alimentación
Afortunadamente
para ellos además de hacer fotosíntesis pueden ingerir materia orgánica
disuelta. Los euglenoideos además de ingerir sustancias orgánicas disueltas
necesitan cierta cantidad de vitaminas, particularmente B (Giordi, 2013).
Las
sustancias que producen en exceso pueden almacenarse como gránulos de paramilo
(El paramilo es un carbohidrato
que se produce como material de reserva en las euglenales)
que tienen un aspecto hialino y formas regulares. El fabuloso metabolismo de
los euglenoideo les permite pasar desde ser un organismo autotrófico a uno
heterotrófico (Giordi, 2013).
El
ejemplo clásico de un euglenoideo es Euglena, una de las “amigas” del paramecio
pero no todos los euglenoideos tienen tanta capacidad de movimiento. En algunos
casos, la membrana proteica se vuelve más rígida y en otros el euglonoideo
construye por fuera de ella una lóriga que en muchos casos está revestida por
materiales que se pueden encontrar en el ambiente donde viven.
Algunos
euglenoides son quimioheterótrofos facultativos. En la oscuridad ingieren
materia orgánica a través de un citostoma (boca celular) (Tortora et al.,
2007).
Fotosíntesis
El
flagelo más largo es el más utilizado en la natación que pareciera orientarse
de acuerdo a la percepción de luz y oscuridad que realiza el fotoreceptor o
estigma de color rojizo. Los euglenoides pueden recibir altas intensidades de
luz aunque prefieren las intermedias. En ambientes demasiado turbios la
posibilidad de realizar fotosíntesis se reduce y aunque se siga la posibilidad
de realizar fotosíntesis se reduce y aunque se siga realizando no alcanza para
mantener al organismo sin otra fuente de energía. Hay unas pocas que pierden
los flagelos e inclusive el fotoreceptor y viven fijas en un sitio. Otras
pierden totalmente los pigmentos clorofílicos y tienen un aspecto pálido
(Giordi, 2013).
Reproducción
Se
reproducen en forma asexual; por división longitudinal forman dos células
nuevas que son imágenes especulares una de la otra. Durante la mitosis, la
membrana nuclear no se desintegra y los cromosomas permanecen condensados
durante la interfase (Curtis et al., 2008).
Los
eugleonozoa además de los asombrosos euglenoides incluyen otro grupo de
flagelados conocidos como Kinetoplástidos. Éste nombre deriva de un orgánulo,
el kinetoplasto, que es rico en ADN y está asociado a la mitocondria. El
kinetoplasto parece ser un transformador de energía para permitir el
funcionamiento de los flagelos. Algunos de éstos organismos como Bodo, presenta dos flagelos, también
suelen vivir en ambientes contaminados, ingieren bacterias por la región
rostral e incorporan líquidos por pinocitosis. Otros suelen vivir en el
interior de organismos ya que son parásitos. Entre los parásitos suele
presentarse una membrana que une un único flagelo con la cubierta proteica que
cubre la célula y que recibe el nombre de membrana ondulante. Esta membrana
crearía una suerte de “aleta” que permitiría a estos organismos desplazarse con
velocidad en ambientes densos como puede ser el torrente sanguíneo (Giordi,
2013).
Patologías
Dentro
de los Kinetoplástidos se encuentra el Tripanosoma
cruzi conocido por ser el agente causal de una enfermedad: el mal de Chagas
(Giordi, 2013).
Trypanosoma cruzi, euglenido causante de la enfermedad de Chagas. Fuente: Blog de ParBio |
Referencias
Curtis H., Barnes N.S., Schnek A.
y Massarini A. 2008. Biología. Medica Panamericana. Argentina.
1160pp.
Giorgi
A. 2013. Historias de protistas. Dunken. Argentina. 25-37pp.
Tortora
G.J., Funke B.R. y Case C.L. 2007. Introducción a la microbiología. Médica
Panamericana. Argentina. 959pp.
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